martes, 19 de julio de 2011

INTEGRACIÓN LABORAL PARA DISCAPACITADOS.


En Chile viven más de 2 millones y medio de personas con capacidades diferenciadas. Si a esto agregamos a tres familiares por cada uno de ellos, triplicamos la cifra. La Organización Mundial de la Salud estima que el 15% de la población en el mundo presenta algún tipo de discapacidad física, psíquica, sensorial u orgánica, congénita o adquirida, en cualquiera de sus grados.

600 millones de personas con discapacidad en el mundo, 90 millones en América Latina y el caribe.

En Chile faltan políticas públicas adecuadas que apunten efectivamente a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con capacidades diferentes. Vemos día a día como miles de niños, mujeres, jóvenes y adultos, no pueden siquiera salir de sus casas por falta de recursos técnicos. No existe acceso a una adecuada atención en salud, rehabilitación, educación, a la economía, al trabajo, transporte, calles, veredas ni edificios públicos, entre otros múltiples factores que cruzan verticalmente el tema de la discapacidad.

La política pública se ha basado durante años en un enfoque biomédico de hogares que mantiene a niños, jóvenes aun más excluidos. En particular la referencia que realiza la Fundación Nacional de Discapacitados, en cuanto a la necesidad de un paradigma con enfoque social basado en los Derechos Humanos, es un ejemplo de cómo las políticas de discapacidad precisan cambiar.

Una adecuada legislación solo será posible en la medida que organizaciones y representantes con y sin discapacidad de la Sociedad Civil, realicen con ayuda del Estado, empresarios y personas, Acciones de Educación e intervención social que permitan enfocar la visión a una mirada más integral.

Es preciso mirar más allá de las estadísticas, las cifras y los denominados “individuos” para adentrarnos en la realidad de personas, seres humanos, sujetos de derecho que requieren con urgencia que el Estado se encargue de poner en práctica, medidas de fondo para cubrir todas las áreas de la vida, como la protección y la seguridad social, salud y servicios sanitarios, educación, empleo, vivienda, transporte, incluyendo la cultura, el ocio y el deporte.

La Fundación Nacional de Discapacitados realiza la importante tarea de llevar a cabo acciones de educación y transformación social: acceso a las comunicaciones, a una rehabilitación integral, capacitación, trabajo, justicia, acceso a la información, redes de apoyo, bienes y servicios, así como también a los derechos electorales y políticos. Esta es nuestra tarea en un contexto que está generando cada vez más personas con discapacidad, prevenir es el desafío de estos tiempos.

Actualmente hay factores que hacen aumentar las posibilidades de adquirir discapacidad o traer al mundo un niño con necesidades especiales: El estrés, la depresión, la ansiedad, la obesidad, el consumo de alcohol y drogas, los accidentes de transito y las precarias condiciones laborales especialmente en la minería y la pesca, están generando cada vez más discapacidades. Las cifras aumentan en Chile y el mundo cada año de manera sostenida. Las guerras y el uso de armamentos provocan a su vez gran cantidad de niños y adultos con discapacidad.

lunes, 13 de junio de 2011

A FAVOR DE LA DISCAPACIDAD. (por Nelsixto)


Se busca equiparar los derechos de las personas con discapacidad con los de las personas que no padecen de discapacidad, y así poder garantizarles una mejor forma de vida en igualdad de condiciones y beneficios.

Si agrupáramos por temas los principales contenidos de la ley, esta marcaría un enfoque en aspecto como son:

1- Educación

Es deber del Estado otorgar a la población con discapacidad la adecuada educación en forma obligatoria, GRATUITA e integrada en los sistemas educativos formales. Se debe buscar incluirles y no excluirles de todos los planes y programas de educación presentes y futuros. La norma debe ser inclusión y no-exclusión. En consecuencia, se debe incorporar en los planes de estudio de las carreras de Educación, de las universidades tanto públicas
como privadas, cursos que les permitan a los futuros educadores del sistema regular de educación (preescolar, primaria y secundaria), adquirir el adiestramiento necesario para integrar estudiantes con discapacidad en sus aulas.

2- Salud

Tradicionalmente, a la discapacidad se le ha considerado como un asunto relativo a la dicotomía salud-enfermedad y a la persona con discapacidad se le valora como un enfermo que demanda atención médica. La preeminencia de este enfoque médico ha dado paso a uno integral; la discapacidad es una situación humana, con implicaciones sociales, culturales, políticas y económicas, en consecuencia, su atención debe ser integral, no enfatizando su diferencia, sino más bien, rescatando el valor de la persona como un componente más de la sociedad en su conjunto, con los mismos derechos, obligaciones, necesidades y aspiraciones de sus conciudadanos.

3- Empleo

El Estado debe comprometerse a incentivar el empleo, como mecanismo integrador de la población con discapacidad, ya sea mediante cuota de empleo adaptado en el sector público y con incentivos para el sector privado que emplee fuerza laboral discapacitada.

4- Seguridad Social

Permitir a las personas con discapacidad ingresar al sistema de seguridad social nacional, eliminando la legislación actual que sea excluyente y tratando a la población con una discapacidad en forma diferente, como seres diferentes reduciendo los años de trabajo requeridos para optar por una pensión o jubilación.

5- Cultura, Deporte y Recreación
Se facilita el acceso de la persona con discapacidad a la cultura, a la recreación y al deporte, tanto en forma pasiva como activa. Deben eliminarse las barreras físicas y de comunicación que, hasta el momento, se convierten en obstáculos para su plena participación.

6- Vivienda

Se establecen programas para la construcción de vivienda digna, adaptada a las necesidades particulares de las personas con discapacidad.

7- Barreras Arquitectónicas

Se fiscalizará la aplicación de la legislación existente, para que toda edificación que brinde servicio al público cuente con las estructuras adecuadas para el acceso de personas con movilidad restringida, (rampas, baños adecuados, ascensores, etc.). En este sentido, se adoptarán regulaciones que faciliten el acceso y movilización por las vías de transporte público normalizado.

8- Transporte

Se garantiza el transporte público a las personas con discapacidad, ya sea otorgando concesiones de taxis a vehículos adecuados para el transporte de sillas de ruedas, o bien incentivando a los concesionarios de transporte público masivo a adquirir unidades adecuadas para el transporte de personas con discapacidad.
Si bien es cierto las leyes se consideran un instrumento útil e indispensable para generar un cambio de actitudes en la sociedad, su promulgación no significa, necesariamente, la eliminación de las actitudes discriminatorias, pero éste cuerpo legal facilitará ese proceso de cambio de actitud en nuestra sociedad y hará una contribución efectiva para mejorar la calidad de vida del ciudadano con alguna discapacidad.

Porque vincular Igualdad, Discapacidad y Derechos Humanos no resulta ni arbitrario ni artificial. Los tres se constituyen, a mi juicio, como en las patas de un trípode sobre el cual se sostiene la dignidad de ese amplio sector social conformado por las personas con discapacidad. Y no se trata, tampoco, de temas que de ninguna manera sean ajenos a los intereses de los otros grupos o sectores que conforman la compleja trama social en
medio de la cual todos nos desenvolvemos.

sábado, 7 de mayo de 2011

INTEGRACIÓN LABORAL PARA DISCAPACITADOS.


La igualdad en el trabajo para personas con discapacidad es un tema en el que Chile aún tiene diferencias. Pese a que existen empresas que contratan a personas que sufren este tipo de invalidez, hay otras en cambio, que no lo hacen por creer que no tendrán un buen desempeño en sus labores.

A lo largo de su existencia, las personas con discapacidad deben encontrarse con grandes obstáculos que dificultan su vida. Sin embargo, esto no quiere decir que no luchen por salir adelante, el problema es que no se le dan las oportunidades para poder hacerlo.

Y es que numerosas empresas discriminan a estos individuos pensando erróneamente, que no poseen las mismas capacidades cognitivas que los demás o que tendrán una mal prestación en sus ocupaciones.

Muchas veces se desaprovecha un empleado sólo por su condición física, aludiendo a esta su menor eficacia laboral. Algo totalmente errado que no permite que las personas con discapacidad puedan surgir en el mundo laboral.Justificar a ambos lados

Esta es una situación preocupante. Más aún si se piensa que en Chile existen 1.625.000 personas con discapacidad en edad de trabajar, con un 90% de cesantía. El 10% restante de personas que tienen un empleo se dividen en: un 9% de trabajo informal (vendedor ambulante o parte de su tiempo) y sólo un 1% de individuos que cuentan con un contrato laboral, cifras que avalan lo expuesto anteriormente.

Es importante que se eduque a las personas y especialmente a las empresas frente al tema de la discriminación laboral y lo más importante, que se les haga entender que la discapacidad física no tiene que ver con el eficaz desempeño en el trabajo.

sábado, 9 de abril de 2011

"Discapacitados, Minusválidos"...por favor NO.


Llamarlos discapacitados es decirles que son distintos para esta sociedad, donde al ser humano se le requiere mayor productividad laboral, escolar, social, familiar, teniendo que aprobar aptitudes y condiciones para ser un buen ciudadano, creyendo que los que no lo consiguen son peores, incluso ellos mismos acaban aceptando su inferioridad.

No es necesario ser rubio, alto, fuerte, atlético, ágil, valiente, capaz, sino más bien ser un ser con amor en el corazón.
¿Dónde miden esta capacidad de amar? ¿Quiénes son los discapacitados entonces? ¿Es correr bien, andar bonito, hablar con un buen acento en inglés, ser inteligente para las matemáticas no ser discapacitado? Entonces nunca hemos entendido nada.

El ser no se divide en buenos o malos, discapacitados y normales, todas estas etiquetas son imposiciones de la sociedad, y de lo que se trata es de acabar con ellas, volver al inicio, revisar de que se trata ser un humano y de cómo va vivir, y sobre éstas; la verdad sólo es una: “todos somos iguales, nuestra esencia es la misma, nadie es mejor ni peor, simplemente distintos”… y por eso el mundo tiene más colorido y es más divertido, si fuésemos iguales sería muy monótono, nadie aportaría nada a otro, ¿que podríamos explicarnos que ya no supiésemos?.

Si ahora la gente mira mal al que no es igual, el problema lo tiene esa persona y debería tratar de arreglarlo, ¿qué problema tienes tú al respecto?, ¿te incomoda? ¿ te hace sufrir verlo? ¿no aceptas lo que hay? Probablemente podrías hacer algo mejor en lugar de mirar con esa cara de asombro y pena. Podrías sonreírle, eso ya sería suficiente para no herirle más todavía.

Porque ese “discapacitado” siente, oye, mira, cada uno en su medida, pero no se le pasan las cosas por alto, al contrario, está muy entrenado para ver lo que hay sin que los demás se den cuenta, olfateando como un perrito donde se encuentra el amor, donde no me van a dañar.

Muchos sólo necesitan respeto, con eso ya se sentirían parte del grupo, y ser parte de algo es importante, los hace sentir bien, y de esto se trata todo, de sentirse bien en la piel de uno mismo. Por más que uno se quiera, lo consiga, acepte su situación, si los demás no te dejan entrar y con esto te rechazan, te quedas solo en tu aceptación, pero nadie quiere sentir que está solo, muy diferente es desear estar en soledad en ocasiones, no es lo mismo.

Empecemos a mirar que clase de sociedad avanzada es ésta, en la que es un delito y se te excluye por el hecho de ser distinto… Pensemos cada uno en qué medida podemos cambiar al respecto, como en nuestro propio entorno uno puede mejorar la situación, y siempre pasará por el amor a Dios, y al prójimo, como a ti mismo.

Si tú fueras él, ¿cómo te gustaría que te tratasen?, supongo que con amor y respeto, nada más. Tampoco querrías grandes diferencias eso te haría sentir otra vez distinto, si no que te incluyeran en el grupo por ser tú, por ser tal como eres, queriéndote de igual modo.

Es así como los discapacitados ya no tendrían que llevar esa etiqueta distintiva, cuando la sociedad los abrace y les digan, todos somos uno, todos somos iguales, seres humanos, nada más ni nada menos, con capacidad de amar, que no es poco, no se esfuercen, los queremos igual… Puede que muchos se sanen solamente por saber que eso es así de fácil y así de bonito, pero es en realidad de la única forma que debe ser.

sábado, 15 de enero de 2011

Individualismo e indiferencia


¿Ha aumentado la indiferencia, la insensibilidad, la apatía, ante los sufrimientos y las necesidades de quienes viven cerca y de quienes viven lejos? No es fácil dar una respuesta, pues junto a personas con actitudes de individualismo encontramos a otras personas buenas, dispuestas a quebrarse la espalda y a mancharse las manos para ayudar a otros.
Pero sí podemos decir que la indiferencia avanza en el mundo, en las familias, en los corazones, cuando dejamos que el individualismo, el miedo, las prisas, la superficialidad o la avaricia entren en el alma y lleguen a convertirse en el criterio último de lo que hacemos o de lo que dejamos de hacer.
No toda inacción se produce por culpa del individualismo. Vivimos en sociedades complejas, con muchas reglas, con muchas inferencias.
Si hay un grave accidente de carretera, detenerse y atender a los heridos puede traer, sin que lo queramos, serios problemas legales. Si ha comenzado un incendio cerca de casa, muchos piensan que es más eficaz y menos peligroso llamar a los bomberos en vez de acercarse para rescatar a quien haya quedado atrapado por las llamas. Si se produce un robo, ¿no son las mismas autoridades quienes piden que no afrontemos sin armas a quien lleva un cuchillo entre sus manos?
Pero fuera de situaciones extremas como las anteriores, puede ocurrir que la indiferencia camine a nuestro lado. Si estamos sentados en su lugar público, no reaccionamos al ver junto a nosotros a una persona mayor a la que le vendría muy bien ocupar nuestro lugar. Si nos avisan que un familiar no muy cercano ha sido ingresado en el hospital, existe el peligro de encerrarnos en la propia concha y encontrar mil excusas para no ir a visitarle, cuando realmente lo que deseamos es seguir ganando puntos en un juego electrónico o ver cómo termina un famoso culebrón televisivo.
En los ejemplos apenas mencionados somos capaces de percibir la necesidad ajena, pero la pereza y el individualismo nos hacen mirar a otro lado. La situación resulta más grave cuando no somos capaces de darnos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, porque estamos absortos por los mensajes en el celular, por el libro de lectura, por las noticias de internet o por la música que aturde nuestros oídos. Entonces ni siquiera tenemos necesidad de inventar excusas para no atender a quien lo necesita...
Es cierto que la vida moderna nos ofrece muchos estímulos y nos ata a muchas necesidades. Los progresos tecnológicos, bien usados, deberían potenciarnos, abrirnos a más opciones de bien y de solidaridad. Si, por el contrario, hemos convertido la situación de tener más en motivo para ayudar menos y para encerrarnos en nosotros mismos, ¿no significa que hemos achatado gravemente una dimensión fundamental de la vida humana?
Cada hombre, cada mujer, existe gracias al amor y a la entrega de otros. Familiares, amigos, educadores, trabajadores en tantos lugares de la ciudad o del campo, nos ayudaron en cientos de situaciones, nos levantaron tras una caída, nos curaron, nos animaron, nos enseñaron a vivir.
El ejemplo que nos han dejado (y que nos siguen dejando tantas personas buenas) sirve de estímulo para romper el cerco del individualismo y para reconocer que estamos hechos no sólo para disfrutar de aquellas cosas que nos agradan, sino también (y quizá sobre todo) para poner nuestras cualidades, nuestras posesiones y, sobre todo, nuestro corazón y nuestro tiempo, para ayudar y servir a otros.
Primero, a los más cercanos: no hay verdadero amor si no somos capaces de dejar el sofá a otro miembro de la familia. Luego, a quienes, en la misma ciudad, o quizá incluso lejos, esperan que alguien les lleve medicinas, ropa, o simplemente les escuche un rato.
El cerco de la indiferencia, la enfermedad del individualismo, empiezan a ser derrotados si dejamos que nuestro corazón se haga magnánimo, abierto, disponible a otros. El mundo es más hermoso y habitable cuando, sinceramente, cada uno da lo mejor de sí mismo para servir a los demás.

sábado, 25 de diciembre de 2010

I L U S I O N E S


Aún no se filtraban los rayos del sol en la habitación; ni siquiera se podía distinguir el rostro de ninguno de los hermanitos. Pero todos los pequeños hablaban y recogían lo que hubiera cerca de ellos porque era la mañana de Navidad.

Cada uno de ellos había enviado su cartita a Santa Claus con una lista de los juguetes mas soñados. Por supuesto que ninguno se había puesto a pensar en el cómo habría de traerlos Santa Claus... los niños simplemente esperaban un milagro.

¡Había tanta emoción y confusión entre los niños! De entre todo el grupo, había una pequeña niña que no podía con sus tres paquetes debido a que uno de ellos pesaba demasiado. Cuando todos llegaron al lugar donde habrían de desenvolver los presentes, los niños descubrieron que, entre dormida y despierta con el alborozo y la adrenalina fluyendo, la pequeñita había estado cargando, entre sus tres paquetes, un pesado tuco de madera sin valor alguno para la niña. Aquello les pareció hacer cosquillas a los muchachos quienes soltaron risas contagiosas que adornaron aquella mañana de Navidad.

Sin embargo, la pequeñina pensaba para sí: "Yo quería una pequeña muñeca" y ninguno de los dos paquetes restantes parecían contenerla. Pero grande fue su sorpresa al romper el papel y descubrir que allí, medio cubiertos por el papel de envoltorio, se asomaban aquellos ojitos azules de una pequeña muñeca. Tanto fue su alegría que olvidó los demás puntos de su cartita a Santa Claus. Aquel regalo llenaba todos sus anhelos de felicidad esa fresca mañana navideña.

Querido amigo: muchas veces presentamos largas listas a nuestro Padre Celestial con los sueños más deseados: que mis hijos caminen rectamente, que puedan encontrar su pareja perfecta, que se lleguen a preparar en la vida, que regresen de su viaje sanos y salvos, que..., que... Pero la verdad es que de esa larga lista sólo una cosa es entregada en nuestras manos a la vez.

Es que Dios sabe que aquello que nos da es lo único que necesitamos en ese momento. El Señor tiene muy buenos y perfectos planes para cada uno de sus hijos. Ojalá que aprendamos a recibir, conformes, una a una sus bendiciones, disfrutarlas, y de esa manera descubrir el verdadero significado de la felicidad siéndole agradecidos... Que en esta navidad seamos plenamente agradecidos con Dios.